"And best of all I feel swell"

Hace poco leí una entrada en The Fiercest Lilliputian que me dio bastante que pensar. En ella Emma Robertson reflexiona sobre los cánones de belleza actuales y los complejos de la sociedad con el físico curvilíneo de la mujer. No es algo nuevo de lo que nunca hayáis oído hablar pero me gustaría tratarlo en este blog, entre otras cosas, porque este canon contrasta demasiado con la visión que se tenía antaño de la mujer y de lo estéticamente bello. 

La obsesión por la delgadez roza lo enfermizo en algunos casos, no sólo en personas que se sienten acomplejadas o que sufren trastornos alimenticios, sino también por publicistas y medios de comunicación. Modelos, celebridades, actrices, cantantes... Somos bombardeados diariamente con contenidos protagonizados por mujeres sin curvas, donde la delgadez es sinónimo de "atractivo". 

No sé cuando ni por qué se decidió que el ideal de belleza femenino estuviera enmarcado por sus huesos, pero quisiera aclarar que esto no ha sido así siempre y no tiene por qué seguir siéndolo. No me refiero a las rollizas mujeres de Rubbens, no hay que retroceder tanto para toparse con otra realidad. Sin ir más lejos me referiré a la década de los 50 y principios de los 60, época por la que siento predilección. 

Celebridades de entonces como Elisabeth Taylor, Ava Gadner, Marilyn Monroe, Sophia Loren, Betty Page, o Anita Ekberg entre muchas otras, serán siempre recordadas por su belleza y sus curvilíneas siluetas. Eran sex symbols y se metían en tallas 44 de pantalón. Resulta grotesco pensar que hoy en día Marilyn Monroe sería considerada modelo de "tallas grandes". Demasiado grotesco. 

No me olvido de actrices como Audrey Hepburn. Delgada, sí. Pero no porque se matara a dietas o pasase hambre. Cada persona ha de quererse tal y como es, cuidarse, y respetar su cuerpo. Es obvio que hay mujeres delgadas, al igual que hay mujeres que no lo están por mucho que lo pretendan. En cualquier caso, hay que estar sano y no llegar a extremos que pueden resultar peligrosos.


En esta entrada podéis ver algunos anuncios de aquel entonces, anuncios que animan a las mujeres a coger peso. Impensables en la sociedad actual, pero exitosos en aquella época en la que primaban las curvas a la hora de resultar atractiva. "Los hombres no me miraban cuando estaba delgaducha", "Ahora sé que no hay excusa para seguir estando flaca", "No dejes que te llamen escuchimizada"... ¡La lista de eslóganes es interminable! 

No es que se pretendiera difundir la obesidad en la sociedad ni mucho menos. Podéis ver que las mujeres que se reflejan en los anuncios son mujeres curvilíneas y equilibradas, mujeres sanas. En algunos casos se contó con la colaboración de alguna celebridad del momento para ilustrar el anuncio (tal es el caso de Eva Six, Quinn O'Hara, o Linda Peck), aprovechando su papel como ejemplo a seguir en aquella sociedad. Marcaban tendencia al igual que hoy en día lo hacen actrices de nuestro tiempo, y conseguir su físico era el objetivo de muchas mujeres de aquel entonces. 





Tal y como podéis ver en la imagen superior, no sólo eran las mujeres con curvas las preferidas de la época. Los hombres tampoco gustaban con pocas carnes y se preocupaban de cuidar su físico para mantenerse musculados. Modelos como Cole Mohr de haber vivido en aquellos años hubieran sido considerados como los menos agraciados del momento. 


Crystal Renn

Parece que mujeres como Beyoncé, Scarlett Johansson, Adele, Katy Perry, Christina Aguilera o Crystal Renn, entre otras muchas, están demostrando que la belleza no tiene peso específico y que la sensualidad de la mujer reside, en gran medida, en sus curvas. 


No sé cual de las dos fotografías que aparecen arriba os gusta más, pero sea cual sea vuestra preferida sólo diré que la verdadera, la que aparece sin aditivos ni retoques, la realidad... es la de la derecha. Y a mi me encanta. Respetad vuestro cuerpo y no os avergoncéis de él. Sea cual sea vuestra figura, es vuestra. Ése debe ser vuestro verdadero canon de belleza: Ser vosotras mismas. 

Comentarios

  1. Muy buena esta entrada. Sea cual sea el peso natural de una persona no importa, la cosa es saber sacarse partido, pero desde luego, el atractivo no esta en los huesos.

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  2. Es una verdadera lástima que se ponga en peligro la salud de una persona por puro prejuicio. Espero que cambie la mentalidad de aquellos que aun se cuestionan si la belleza depende del peso.

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